Se quejaba aquel gitano con esa entonación tan típica de ellos: "Ay, ahora que ya sabía decir almenaque resulta que se dice candelario..."
Pues a todos también nos han cogido con el paso cambiado y resulta que no hay que criticar, luego votar sin pensar y quejarse del resultado. Que no, que no es así, que no vale, que según parece hay que pensar antes ¡válgame!
Para que no nos suceda algo parecido a lo atribuído a Benedetti, agradezcámosles a Fernando Savater y Leila Guerriero que nos den las respuestas antes de que alguien decida cambiar las preguntas.
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